En la costa atlántica del sur de Namibia, una ciudad se abre paso en uno de los territorios más despoblados de África. Lüderitz ha crecido como un milagro, convirtiéndose en una sociedad modélica en muchos sentidos.
A pocos kilómetros de allí, Kolmanscop, la ciudad fantasma de los diamantes, es engullida por desierto, abandonada por el hombre. Tal vez por eso, los fundadores de Lüderitz aprendieron la lección y construyeron un lugar más habitable… Y todo ello gracias a la pesca.
En 1991, tras la independencia de Namibia, gracias a empresas pioneras como Pescanova se construye la primera fábrica de procesado del pescado. La compañía ha creado mucho más que una empresa pesquera. Ha desarrollado una forma de entender la vida.
Varias historias personales muestran cómo sus habitantes gozan de oportunidades que han hecho de esta ciudad un lugar pionero en cuestiones de igualdad, sostenibilidad y prosperidad.
Esta es una historia humana, de hombres y mujeres que han demostrado que es posible construir un futuro entre el desierto y el océano. Una sociedad que crece y prospera gracias a partir de la filosofía de una compañía.
